sexta-feira, 7 de setembro de 2007

Profunda crise do PS francês

ABC, Madrid, 3 de setembro de 2007


JUAN PEDRO QUIÑONERO. CORRESPONSAL EN PARÍS.
El PS terminó ayer su universidad de verano dividido, sin proyecto, sin ideas, víctima de los enfrentamientos de sus líderes, mayoritariamente ausentes. François Hollande, primer secretario, evitó cruzarse físicamente con la madre de sus hijos, Ségol_ne Royal, e hizo este cruel balance: «Los socialistas no decimos hoy nada claro ni comprensible».

Tras confirmar que abandonará su cargo de primer secretario el año próximo tras diez años de liderazgo personal sin ninguna victoria determinante, Hollande hizo este comentario del estado del PS: «Hemos dejado de hablar para la mayoría social porque hablamos una lengua minoritaria. No una lengua regional -tengo demasiado respeto por las lenguas regionales- ni una lengua muerta -aún no hemos llegado a ese nivel-, pero hablamos una lengua que sólo entendemos nosotros dentro de nuestro partido. Los socialistas no decimos hoy nada ni claro ni comprensible para la mayoría de los franceses».

En el discurso de clausura de una universidad estival convocada para relanzar el PS tras la doble derrota presidencial y legislativa, los llamamientos a la unidad y la renovación no consiguieron eclipsar esa constatación feroz del estado de crisis aguda subrayado por el primer secretario.

El resto de las jornadas de la universidad de verano certificaron el estado de fragmentación, división y crisis de fondo. La gran élite socialista estuvo ausente. Laurent Fabius, Dominique Strauss-Kahn, Lionel Jospin, ni siquiera consideraron participar en los trabajos del partido.
¿Candidata en 2012?

Ségol_ne Royal tomó posición como eventual candidata a las presidenciales de 2012. Nadie la tomó en serio. Sus aspiraciones personales se perciben totalmente fuera de lugar. «Penoso ejercicio de relaciones públicas», comentó un lugarteniente de Fabius.

Entre los jóvenes renovadores, Manuel Valls propone un cambio profundo del PS avanzando la idea incluso de un cambio de nombre. Fue recibido fríamente por la burocracia interna.

Bertrand Delanoë, alcalde de París, prefirió ocultar sus ambiciones al liderazgo socialista, limitándose a confirmar que, a su modo de ver, los socialistas franceses deben comenzar por intentar organizarse en tres terrenos: «Construir una oposición creíble, ir buscando fórmulas de alternancia y ser capaces de organizar su propio partido». Fueron las únicas propuestas concretas de trabajo dentro de un PS víctima de numerosas divisiones.

Desierto ideológico
François Hollande hizo un melancólico y voluntarioso balance, no exento de intrigas internas. Sin entrar en las críticas asesinas de ex ministros socialistas contra su gestión del partido y la herencia socialista, avanzó varias iniciativas de diverso alcance: creación de un comité de unión de las izquierdas, minoritarias en las últimas elecciones, y un comité de acción para coordinar acciones de protesta contra la política del presidente Nicolas Sarkozy, que continúa con un 64% de opiniones positivas en los sondeos de opinión.

Eu não sabia... você sabia?

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